Cuenta la leyenda que Shiva (señor absoluto de los cielos) celebraba junto con su esposa, ángeles y dioses, una gran recepción en su palacio. Éste vio como uno de los gigantes guardianes de palacio realizaba la tarea de vigilar la entrada en el cielo con gran voluntad, a lo que Shiva como premio le hizo llamar a su presencia.
Dime fiel Tatawan, hay algo que quieras pedirme como recompensa a tu leal servicio, a lo que Tatawan asintió que si el gran Shiva quisiera regalarle unas tierras que abarcaran 300 millas donde él fuera el jefe supremo sobre todas las criaturas ya fuera humano, o animal, mortal o inmortal. Shiva le concedió el deseo, pero con el tiempo Tatawan se convirtió en un demonio, devoraba a todo aquél que se atreviera a pisar sus dominios sin importarle que fueran ángeles o humanos.
Pronto corrió la fama de cual grande era su maldad y el poder qeu había adquirido. Tdoo esto llegó a oídos de Shiva por lo que hizo convocar al dios Rama del fondo del mar para qeu librara a la tierra de ese demonio. La fama de Rama era bien conocida pues siempre que un conflicto tenía que ser resuelto de esta menera,Él era convocado para desgracia de su opositor.
Rama que era un gran estratega se disfrazó de hombre santo y humilde adentrándose en los dominios de Tatawan. Cuando éste le vio le increpó: «¿Qué haces en mis tierras? ¿Acaso no sabes quién soy? ¿No tienes miedo?». Tama fingiendo gran temor contestó al gigante: «Verás mi señor, mi intención es cumplir con un rito sagrado de mi tribu, no molestarle, si ustede todopoderoso me concediera este último deseo para poder morir en paz, luego podría hacer de mi lo que quisiera».
«Habla y pide lo que quieras -respondió Tatawan- pues debes saber que cuando acabes devoraré tu carne». «Tan solo necesito la tierra que pueda abarcar con tres pasos y esa tierra será para mis restos y nada podrá hacer en ella». «Muy bien, contestó el gigante, adelante pues». Entonces Rama se quitó sus ropajes y adquirió su verdadera presencia y con tres pasos recorrió toda la tierra del gigante. Éste comprendión enseguida quién era e intentó huir, pero Rama le dio muerte.»